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alfabeto sánscrito

Cómo funciona el sánscrito:
raíces verbales.

Índice

La raíz verbal: el origen de todas las palabras en sánscrito

El sásncrito es una lengua milenaria. Comprender algunas de sus funciones básicas esmuy  sencillo y esencial para todo profesor de Yoga.

Enriquece de igual modo a cualquier practicante de Yoga, invitándolo a aprofundizar más sobre el Yoga en general.

Las palabras en sánscrito son formadas partir de raíces verbales, que derivan —a través de las normas de la gramática de Pāṇini— en adjetivos, nombres, verbos, palabras muy largas, conceptos muy complejos.

Cuando tú buscas una palabra en el diccionario de sánscrito, lo primero que te dice es la raíz de la que viene: el antepasado. A partir de esa raíz se pueden formar palabras.

Esto es lo primero: la derivación de nombres, adjetivos y verbos a partir de raíces verbales, que son aproximadamente 2.000 en total.

raíz verbal de Veda

Ejemplos clave: de vid a veda, de yuj a yoga

Por ejemplo: Veda viene de la raíz vid, que significa “conocer”. Yoga viene de la raíz yuj, que significa “unir”. Citta viene de la raíz cit, que significa “ser consciente”. Vṛtti viene de la raíz vṛt, que significa “girar” o “dar vueltas”.

Āsana viene de la raíz ās, que significa “sentarse”. Karma, así como otras palabras como kriyā o kāraka, vienen de la raíz kṛ, que significa “hacer”.

Todas estas raíces tienen muchas otras palabras derivadas: nombres, adjetivos, verbos, adverbios de todo tipo.

Estas raíces están en la lista de la gramática de Pāṇini, pero no se usan directamente.

Es decir son el elemento común que Pāṇini encontró entre todas esas familias de palabras.

Y eso nos sirve para entender el sentido profundo de las palabras. 

Dharma, karma y otras palabras esenciales desde su raíz

Por ejemplo, dharma, con “h”: las raíces dhṛ no solo aparecen en la palabra dharma, sino también en dharayati, dhāraṇā y muchas otras. Como raíz, dhṛ significa “sostener”. Dhāraṇā es la concentración: sostener la atención. Significa “sostener”.

Entonces dhāraṇā, “sostener la atención, concentración”; dharma, que viene de la misma raíz, significa “aquello que sostiene”: la ley universal.

Saber que dharma viene de esa raíz nos da una intuición de a qué se refiere realmente dharma en el fondo. Porque si no, podemos encontrar mil traducciones: unos dirán que significa “religión”, otros dirán “la verdad”, otros “la virtud”, otros “el camino”… y dices: bueno, todo eso es cierto.

Pero si recordamos que, en el origen, dharma es algo que mantiene las cosas unidas y en armonía —porque es la ley primordial—, y yo la entiendo como una ley de armonía, entonces puedo entender por qué se dice que la religión debe seguir el dharma.

Toda religión que no sigue el dharma tampoco sería una religión.

O el camino: el camino sigue el dharma. Si no vas por el camino, te sales de la ley, y no te va a funcionar. La virtud es aquel comportamiento acorde con la ley.

Entonces, ahí puedes entender por qué otras posibles traducciones también son válidas, sin perder el sentido profundo del porqué se usó esa palabra y no otra.

Y por ejemplo karma. Karma tendrá toda su explicación esotérica, todo lo que queráis, pero karma significa “acción”.

Entonces, si no hay acción, no hay karma. Pueden ser acciones de palabra, de cuerpo… pero es un movimiento que tú haces, que genera una consecuencia.

Porque toda acción tiene una consecuencia.

Entonces está hablando la palabra karma de un efecto también a nivel físico —una ley sutil de la física—: que toda acción tiene una consecuencia.

Y eso es lo que significa karma. Luego, eso se puede interpretar, profundizar… pero saber que en esencia significa “acción” te hace entender que, para eliminar el karma, tienes que hacer otra acción de purificación.

No es algo que “se va” simplemente, porque hubo una acción.

La importancia de usar la forma sin declinar en los textos

Las palabras se citan según su forma “sin declinar”. Karma es la palabra karman declinada en nominativo.

Por ejemplo, yoga es la palabra sin declinar. Cuando digo “sin declinar” me refiero a la forma de la palabra en el diccionario, como la raíz, una vez más, la base. Porque en sánscrito las palabras declinan.

Tenemos una base: yoga, y luego tenemos yogam, yogāt, yogena… todas esas son declinaciones.

Entonces, cuando hablamos de el yoga, no usamos ninguna de esas formas. Usamos la base. En el caso de karman, hay palabras que terminan en consonante —en este caso en “n”— en su base, y es luego al declinar que desaparece la “n”, como aquí: karman es el paradigma, y luego tú, cuando recitas la declinación, haces el nominativo: karma.

Por eso hay confusión, porque se asimila como si fuera yoga, pero yoga es al revés. Yoga es la base y también es el nominativo. Y aquí (karman) es al revés. Entonces, para evitar estos líos, cuando algunos dicen karma, otros karman, hay que recordar que la forma de citar una palabra —es decir, de usarla fuera del contexto gramatical, por ejemplo en un texto en castellano— debe ser la forma sin declinar, es decir, como aparece en el diccionario.

Porque hay declinaciones que terminan en consonante, otras en vocales… así que lo correcto es tomar la base.

Conclusión

Entender cómo funciona el sánscrito desde sus raíces verbales nos abre la puerta a una comprensión mucho más profunda del idioma, su filosofía y su visión del mundo. A través de la gramática de Pāṇini y el estudio etimológico de palabras como dharma, karma o yoga, descubrimos que cada término encierra un significado esencial que va más allá de la traducción superficial.

Conocer las raíces no solo permite aprender sánscrito con mayor claridad, sino también comprender mejor los textos clásicos del yoga.

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kiki says in barcelona

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